sábado, 9 de noviembre de 2013
VISITA AL PALACIO DE MORATALLA Y MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE LAS ESCALONIAS
Autor Casa de Jaén | sábado, 9 de noviembre de 2013 | Categoria:
Viajes
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Muy encantadora y atractiva resultó la excusión del día 9 de noviembre. Por lo novedoso de su contenido y por las circunstancias en que se llevó a cabo. Incluso se produjo un contraste no especialmente buscado entre cada una de las partes del viaje. Fue primero una visita un espacio que tiene en su historia, y casi podría decirse en sus genes, magnificencia, boato y ostentación. También, como ocurre en estos lugares, algo o mucho de teatralidad. El palacio y jardines de Moratalla guarda un breve trozo de historia de España pero vista desde arriba, desde los cenáculos de poder, aunque también encierre precisamente por eso otra parte de lo de todos los días. El rey que acude y vive en sus parajes mientras por detrás convive con el pueblo. Unos jardines a lo Versalles en esplendor y magnificencia y un atajo semioculto que parece presentirse entre los árboles y la vegetación.
Y como reclamo humano, al otro lado de la carretera y de la vida el convento de trapenses, con cuatro giennenses, que reza las horas canónicas a lo largo de todo el día y la noche y que, al tiempo, cuando corresponde, lava ropa de manera industrial porque las naranjas ya no le permiten comer. Que reza y trabaja, como mandó san Benito. Santa María de las Escalonias.
Cada cosa en su sitio y un recreo que, además en un día espléndido, gustó y agradó sobremanera a los que tuvieron la oportunidad de participar en él.
Faltaba completar la visita que en su día hicimos al referido monasterio trapense en el más del 60 por ciento de los miembros de su comunidad son de origen de nuestra tierra, de Jaén. Incluso el prior nos anunció que a la semana siguiente se incorporaba un nuevo monje, también de la ciudad de Jaén. Además de volver a conversar un rato con ellos, se trataba de compartir el rezo de una hora canónica (en este caso, Vísperas) y dejarles una placa como recuerdo de nuestro paso, que habíamos prometido. Así lo hicimos aunque en este caso las imágenes apenas pueden dar fe de ello.